Las diatomeas, microalgas marinas difíciles de degradar, son eficientes capturando CO2 atmosférico


Por Miguel Cabrera-Brufau y colaborador@s

 
Jordi Garcia-OrellanaLas microalgas marinas, conocidas como fitoplancton, son responsables de la mitad de la fotosíntesis del planeta, transformando grandes cantidades de CO2 en materia orgánica. Una parte de la materia orgánica producida en la superficie iluminada del océano se hunde hacia las profundidades marinas en forma de partículas que, a medida que se hunden, son progresivamente degradadas por microbios. La velocidad a la que esta materia orgánica particulada se degrada controla la cantidad de carbono atmosférico que el océano secuestra y su tiempo de almacenamiento, influyendo en el clima terrestre. Aunque múltiples estudios han explorado la ecología y distribución espacial de los diferentes grupos taxonómicos que componen el fitoplancton marino, aún no conocemos bien cómo la presencia de distintos grupos de fitoplancton afecta a la degradabilidad de la materia orgánica que producen. Hemos comparado la dinámica de degradación de dos proliferaciones de fitoplancton con distinta contribución de diatomeas, uno de los grupos de fitoplancton más abundantes del mundo, en un experimento de 19 días de duración. Nuestros resultados muestran que materia orgánica particulada asociada a la proliferación dominada por diatomeas se degradó mucho más despacio que la otra proliferación y que los compuestos disueltos que se liberaban se acumulaban a lo largo del experimento. Estos resultados sugieren que la materia orgánica producida por diatomeas es más difícil de degradar, lo que implica que las proliferaciones de estas microalgas podrían ser más eficientes en la captura de carbono atmosférico a escalas de tiempo relevantes para el clima de la Tierra.

Lee el estudio completo aquí:

Cabrera-Brufau, M., Arin, L., Sala, M.M., Cermeño, P., and Marrasé, C. 2021. Diatom Dominance Enhances Resistance of Phytoplanktonic POM to Mesopelagic Microbial Decomposition. Front. Mar. Sci. 8. doi:10.3389/fmars.2021.683354.

Texto escrito por Miguel Cabrera-Brufau y editado por Clara Ruiz y Félix Picazo