La herencia materna, clave en la supervivencia de las larvas de atún rojo.



Por Ricardo Borrego-Santos y colaborador@s

 
El atún rojo del atlántico (Thunnus thynnus) es una de las especies de mayor tamaño que existen dentro del grupo de los atunes, presentando una velocidad de nado y capacidad para regular su temperatura interna que le permiten realizar grandes migraciones entre regiones más frías en busca de alimento y zonas más templadas para desovar. La población mundial de esta especie se encuentra diferenciada principalmente en dos grandes poblaciones, separadas por sus diferencias biológicas (como la edad y tamaño de reproducción), y sus zonas de puesta, situadas en el Mar Mediterráneo y en el Golfo de México. A pesar de su importancia comercial, existen pocos estudios sobre su ecología durante las primeras etapas de desarrollo. La etapa larvaria es el momento de mayor mortalidad en la vida de un pez, alcanzando el estado juvenil solo el 0,01% de los individuos. Esta supervivencia depende en gran medida del crecimiento, de modo que las larvas más grandes tienen mayor capacidad para escapar de los depredadores, así como para capturar presas que le den un mayor aporte nutricional, acortando este periodo crítico. El crecimiento en peces se caracteriza por no ser constante, variando según las condiciones ambientales, como la temperatura y disponibilidad de alimento, así como con su herencia genética. Además, el tamaño y calidad de los huevos son aspectos esenciales que dependen de la herencia transmitida por parte de las madres y que influyen directamente en el desarrollo inicial y el potencial de crecimiento de las larvas. 

En el presente trabajo examinamos el crecimiento de larvas de atún rojo en el Golfo de México en relación a la herencia materna, junto con variables ambientales y la disponibilidad de alimento de dos años consecutivos, 2017 y 2018. El estudio, basado en isótopos estables, reflejó la influencia de las hembras reproductoras en el crecimiento de las larvas. La composición isotópica de la larvas, en los primeros días, refleja la dieta de las madres, y los resultados mostraron la importancia de la alimentación y la condición física de las madres en la calidad de los huevos y el crecimiento de las larvas.

Por otra parte, la exposición a mayores temperaturas y abundancias de zooplancton (su alimento principal) durante el año 2018, favoreció un mayor crecimiento de las larvas tanto en talla como en peso en comparación con el año 2017. La mayor cantidad y diversidad de zooplancton facilitó el acceso a presas preferidas como copépodos y cladóceros, sugiriendo que un entorno rico en alimento puede ser crucial para un desarrollo óptimo.

En resumen, el estudio permitió entender la importancia de la herencia materna y cómo las variaciones anuales de las condiciones ambientales influyen en el desarrollo larvario de esta especie en el Golfo de México, área clave para su reproducción. Estudiar y comprender la biología de esta especie, de gran interés comercial, desde las primeras etapas de su desarrollo, es clave para entender la dinámica poblacional del atún rojo y llevar a cabo acciones futuras para su gestión y conservación.


Lee el estudio completo aquí:

Quintanilla, J.M.; Borrego-Santos, R.; Malca, E.; Swalethorp, R.; Landry, M.R.; Gerard, T.; Lamkin, J.; García, A.; Laiz-Carrión, R. (2024) Maternal Effects and Trophodynamics Drive Interannual Larval Growth Variability of Atlantic Bluefin Tuna (Thunnus thynnus) from the Gulf of Mexico. Animals, 14, 1319. https://doi.org/10.3390/ani14091319


Texto escrito por Ricardo Borrego-Santos y editado por Clara Ruiz y Félix Picazo.